En el lado izquierdo de su rostro, vemos la mirada penetrante y examinadora de la justicia misericorde. Esta mirada se dirige hacia los cabritos, que han cerrado sus corazones a la obra redentora de Cristo y han negado el perdón al prójimo, volviéndose injustos en sus acciones. Aquí, Cristo muestra su justicia amorosa, que implica enfrentar las consecuencias de nuestras acciones y decisiones.
Del lado derecho de su rostro, encontramos la mirada de justa misericordia. Aquí, Cristo muestra compasión y amor hacia las ovejas, que han acogido su misericordia y se han vuelto ellas mismas misericordiosas hacia los demás. Es el reflejo de aquellos que, en su vida, han abrazado la redención y el perdón que Él ofrece.